Somos el resultado de una mala combinación de rencor, mezclado a partes iguales con orgullo y rabia.Una cóctel explosivo que lo único que consigue es que seamos más desgraciados e infelices que nunca. No somos capaces de decir o hacer lo que sentimos, no nos dejamos llevar y nunca damos la razón aunque sepamos que nosotros no la tenemos. 
Todo lo que hemos vivido influye en como somos hoy en día, y sin darnos cuenta somo capaces de hacer a otros lo que un día nos hizo daño. No sentimos compasión alguna y menos pena. Aborrecemos nuestra imagen en el espejo porque no damos cuenta de que somos lo que siempre hemos odiado y temíamos convertirnos en ello.

Desde hace un tiempo siento que algo en mi crece, se alimenta de pequeños detalles y crece cada vez. Es algo extraño, unas veces duele y demasiado pero otras en cambio está feliz y vuela como las mariposas en el campo. Es algo incontrolable que ha nacido en mí sin  darme cuenta, sin imaginar que se haría tan grande. Que ojalá en ti naciese algo parecido y que nunca se muriera. Que tus mariposas volasen felices al lado de las mías, que unas a otras se sepan animar cuando las cosas no vayan del todo bien.  Ojalá naciese en nosotros esos que algunos llaman AMOR.