Era más de media noche y ella ya estaba cansada. A sus espaldas dejaba la calle llena de gritos y barullo que hacia el resto de gente que todavia queria seguir con la fiesta.
Le queda sólo una esquina para llegar a su portal cuando, de repente lo vio a él, mirando al suelo tranquilo con esa preciosa cara. Estaba ahi por ella y para ella, para hacerla feliz.
Esa noche sellaron un pacto: si tu lloras yo haré que rias y seas feliz, si tienes miedo te rodearé con mis brazos para protegerte y si algun dia te sientes sola sabes que siempe estaré donde y cuando me necesites; yo solo vivo por ti.
Pero el falló su promesa y ahora ella está hundida en una pesadilla basada en alcohol y mil lágrimas que cada dia adornan su pequeña carita. Jodido cabrón, la ha dejado tirada y ella en el fondo de su pobre y borracho corazon lo sigue amando a cada segundo.
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