Ella no sabía que le iba a esperar aquella noche pero nunca se imagino algo parecido. Salia con sus amigas como cada noche de sabado y como cada noche bailaba, a veces bebia alguna copa pero nunca se preocupaban por el que diran. Esa noche él se acerco, estuvo toda la noche haciendole compañia, riendole cada tonteria que ella decia y la trataba como si fuera una diosa.
Sí, fue fantastico pero ella necesitaba más de él. Los dos tuvieron la noche más romantica y bonita del mundo, pero llego el amanecer y la hora de la despedida.
Nunca más se rozaron pero cada noche de sabado recuerdan aquella noche mientras se intercambian sonrisas complices acompañadas de profundas miradas.
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