Si me vuelves a echar, será de menos que me cansé de volver a volver y me clavé el aguijón y el veneno, que ya no creo a tu boca otra vez de tantas veces que he muerto de celos. Y ahora vete, cambia de rumbo, coge trenes, crece, revoluciónate y desaparece. Y toma aire y grita al mundo y siente y baila con quien quieras. Y vete, no te vuelvas a mirarme, coge tus cosas y después te pierdes. Nunca vuelvas a decir que sientes si no sientes.
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